El oficialismo evalúa sancionar el proyecto de Boleta Única Papel el jueves, pero podría sufrir un nuevo revés en materia de inteligencia; la audiencia de García-Mansilla y el financiamiento universitario
Después de una semana parlamentaria negativa, el Gobierno busca retomar las riendas de su agenda en el Congreso y evalúa reunir el jueves al pleno del Senado para sancionar el proyecto de Boleta Única Papel (BUP). Se trata de una jugada riesgosa frente a la posibilidad de que en esa misma sesión la oposición termine de declarar nulo el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656 por el que el Poder Ejecutivo incrementó los gastos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El miércoles pasado, diputados kirchneristas, de la UCR y Pro rechazaron el decreto de Javier Milei, en lo que supuso un duro golpe político para el Presidente.
“En medio del endeudamiento del país en niveles límites aparece una opción que dice que necesitan $100.000 millones para la SIDE. Fue una de las gotas que colmó el vaso”, dijo el formoseño, José Mayans, líder de uno de los bloques kirchneristas del Senado. En diálogo con Radio Con Vos, adelantó el domingo por la mañana que el objetivo de los legisladores es tratar el decreto en la próxima sesión y “terminar con el abuso total”.
A pesar de esta definición, otros referentes de Unión por la Patria (UxP) caminan con pies de plomo. Si bien es probable que la treintena de senadores kirchneristas apoye el rechazo inmediato, nadie descarta que, después de una semana de alto voltaje político, los bloques dialoguistas prefieran desescalar el enfrentamiento con el Gobierno. “Es posible que los votos estén, pero la política entra a jugar. Hay que ver cómo están los humores”, confió un dirigente de Pro.
Será determinante la actitud del Presidente, que ya toreó a los legisladores con el anuncio de que vetará la ley de recomposición jubilatoria, que incluye una nueva fórmula de movilidad. Según pudo saber LA NACION, en la Casa Rosada preparan la impugnación para dispararla apenas llegue la comunicación de la sanción del Senado. Será una nueva afrenta a una oposición vigorizada por las abrumadoras victorias legislativas.
Sin una convocatoria oficial de sesión, los planes del oficialismo se confirmarán en los próximos días. Los libertarios trabajan para llegar a un proyecto de boleta única consensuado con algunos bloques provinciales que pedían modificaciones al texto que llegó de Diputados. Además, buscarán controlar el temario con un acuerdo con la oposición. “Se va a revisar en estos días. Vamos a evitar que nos sigan llenando la canasta de goles”, se sinceró un referente del bloque de La Libertad Avanza (LLA).
Para destrabar la sanción, el oficialismo podría acceder al pedido de la senadora Mónica Silva, ligada al mandatario provincial Alberto Weretilneck, de eliminar el casillero que permite votar la lista partidaria completa. Silva sostuvo durante la discusión en comisión que esta opción podría generar confusión y derivar en una anulación del voto por tildar este y otros recuadros. De quitarse esta posibilidad, se neutralizará casi por completo el “efecto arrastre” propio de la actual boleta partidaria.
La forma en que se diseña la boleta única en caso de simultaneidad electoral es otro de los puntos a modificar. Se plantea que en caso de concurrencia de los comicios, se oficializará una boleta para cargos nacionales y una boleta para cargos provinciales y, de corresponder, municipales. Y que cada elección se llevará adelante en urnas separadas.
Estos dos puntos cambian el proyecto que llegó de Diputados y, de aprobarse, tendría que volver a la Cámara baja en una segunda revisión.
Audiencia pública y universidades
El miércoles, Manuel García-Mansilla, uno de los dos candidatos del Gobierno para ocupar un lugar en la Corte Suprema, defenderá públicamente su nominación. Tal como lo hizo el juez federal Ariel Lijo la semana pasada, el académico tendrá que someterse al escrutinio de los senadores en la Comisión de Acuerdos del Senado.
La postulación de García-Mansilla no recibió los cuestionamientos que sí suscitó Lijo, principalmente en materia de idoneidad, pero su pliego pende de un hilo. El kirchnerismo, determinante para llegar a los dos tercios necesarios para convalidar las candidaturas, se rehúsa a prestar su acuerdo. A pesar de que el Gobierno aseguró que sus postulantes serían abordados en conjunto –”son los dos o ninguno”, aseguraban–, la intransigencia de UxP podría modificar esta premisa.
El kirchnerismo condicionó su voto a un acuerdo con el oficialismo. Le reprocha al Gobierno haber enviado los pliegos sin una consulta previa con las autoridades de su bloque, que con 33 miembros son imprescindibles para alcanzar los dos tercios de los 72 senadores.
Además, es probable que esta semana avance el tratamiento del proyecto que busca garantizar el financiamiento de las universidades, con media sanción de Diputados. En la última sesión, el radical catamarqueño Flavio Fama logró aprobar una moción de preferencia para tratar este proyecto la próxima vez que se junte el pleno. Como se trata de un tema que podría afectar las cuentas públicas de la administración libertaria, el senador Juan Carlos Romero (Salta-Cambio Federal) insistió en que se trabaje un despacho de comisión. “Para que sepamos conscientemente cuál es la realidad de los números”, indicó. La oposición lo seguirá de cerca.