¿Cómo adaptar el entrenamiento a temperaturas altas?

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Si pretendes adaptar el entrenamiento a temperaturas altas te aconsejamos tener en cuenta los aspectos que expondremos a continuación.

Adaptar el entrenamiento a las temperaturas altas resulta un poco más complejo de lo que parece. En muchas ocasiones, dentro de nuestra ignorancia suele creerse que entrenar en el calor es lo mismo que hacerlo en el frío o en climas templados, pero las cosas no funcionan de esa manera.

Sin embargo, se hace necesario implementar una serie de cambios, tanto para contribuir al organismo como para sacar el mayor provecho posible de la rutina.

En ese orden de ideas, te aconsejamos tener en cuenta una serie de aspectos y factores determinantes. Algunos de ellos te los enseñaremos a continuación.

Adaptar entrenamiento a las temperaturas altas

El verano trae consigo la oportunidad de entrenar al aire libre o aumentar el tiempo de la rutina debido al tiempo libre. No obstante, esta estación también trae temperaturas altas y un sol inclemente que puede afectar al organismo.

Por lo anterior, lo más oportuno se centra en adaptar el entrenamiento con el fin de evitar las dificultades de las temperaturas altas y todo lo que esto conlleva. ¿Sabes cómo lograrlo?

Vigilar la alimentación

Uno de los primeros aspectos para adaptar el entrenamiento a las temperaturas altas es la alimentación. No está de más afirmar que la alimentación cumple la función de brindar energía al organismo, tal y como funciona el combustible en un vehículo.

Es por ello que te aconsejamos ingerir alimentos nutritivos y con alto contenido de agua. Los más apropiados para mantener hidratado al organismo son las frutas y lo vegetales.

Por otra parte, también te recomendamos mantener debidamente hidratado. El consumo de agua antes, durante y después del entrenamiento debe convertirse en un hábito para evitar cualquier problema fisiológico.

Realizar un paso a paso

El proceso de adaptación hace referencia a un paso a paso progresivo, es por ello que debes implementar un trabajo físico mientras que el cuerpo se acostumbra a las temperaturas altas.

No importa si llevas un ritmo de entrenamiento elevado antes de llegar el verano o en otros sitios de menor temperatura. Lo más oportuno es volver a comenzar y para ello el paso a paso de la rutina resulta fundamental.

Según el método de entrenamiento o los ejercicios que llevas a cabo, procura empezar de cero bajo intensidades moderadas. A lo anterior también debes sumarle el tiempo de estímulo, procura reducirlo y aumentarlo de manera paulatina.

La paciencia es una virtud que debes poner a prueba durante este paso a paso. Quizá al principio no percibas muchas diferencias, pero entradas las temperaturas altas lo podrás notar.

Escoger la indumentaria

La indumentaria sobresale como un factor importante del entrenamiento en general. Lo más apropiado se basa en utilizar la ropa adecuada, tanto para la transpiración como para la comodidad de la persona.

Durante las temperaturas altas la indumentaria toma mayor importancia, esto se debe al exceso de calor que percibe el organismo. Al aumentar la temperatura ambiente, también lo hará la temperatura corporal por lo que el organismo posiblemente presente mayores episodios de sudoración, incluso llegando al exceso.

Con el fin de que el entrenamiento sea lo más llevadero posible, te aconsejamos escoger oportunamente la indumentaria. Fíjate en prendas frescas, con mayor comodidad y especiales para la sudoración.

Disminuir la intensidad

Disminuir la intensidad  del ejercicio o la rutina puede hacer parte del paso a paso, pero en este aspecto te vas a fijar únicamente en lo que dice tu organismo.

Normalmente se emplean elementos externos en pro a determinar pulsaciones o la intensidad. En este caso te recomendamos fijarte en la manera que te sientes al realizar el ejercicio. De esta manera, podrás controlar la adaptación del cuerpo a las temperaturas altas y aclimatarte de forma paulatina.

Buscar el momento adecuado

La adaptación del organismo no solo se consigue por medio del control de la intensidad o la ingesta alimenticia adecuada. También es necesario contar con una serie de precauciones.

Una de las más importantes se basa en el momento del día respecto al clima. Claro, probablemente las temperaturas altas se presenten durante todo el día, pero existen momentos en los que la sensación térmica es menor. Justo en ese momento se deben implementar las rutinas de entrenamiento.

Siempre debes adaptar el entrenamiento a las temperaturas altas

El entrenamiento durante el verano no solo es necesario, sino un sinónimo de salud. No debes poner condicionantes únicamente por los cambios en la temperatura, lo más apropiado es buscar una adaptación oportuna.

En primer lugar, debes adaptar el entrenamiento con el fin de seguir trabajando por un resultado específico. Por otra parte, al adaptar el entrenamiento podrás disminuir las probabilidades de lesión, así como problemas a nivel fisiológico por deshidratación.

Además, es una manera apropiada para aprender a conocer tu organismo al entrenar y presenciar temperaturas elevadas o calurosas.