El tapizado de las puertas de la casa está en tendencia. Aporta decoración y renovación en los espacios. ¿Te animas a intentarlo? Descubre cómo se hace.
Cuando pasa cierto tiempo, es común que los elementos de la casa se deterioren o necesiten mantenimiento. El uso cotidiano provoca un desgaste que puede reflejarse en manchas u óxido, lo que afecta la estética del hogar. Una técnica para darle renovación es tapizar las puertas.
Si bien algunos creen que el tapizado es exclusivo para los sillones y las banquetas, lo cierto es que también puede aplicarse a este objeto. Por supuesto, requiere algo de tiempo, paciencia y buena técnica. A continuación, detallamos el paso a paso.
Paso a paso para tapizar las puertas
Hay varios materiales para realizar el tapizado, como tela o cuero, según el tipo de decoración pretendida. En cualquier caso, en todos se utilizan una serie de herramientas similares, que incluyen elementos cortantes, adhesivos y pegamentos. Lo ideal es emplear guantes para proteger las manos. ¡Manos a la obra!
Elección de materiales
El primer paso es identificar los materiales de trabajo. Esto depende del tipo de puerta y de la decoración deseada. Entre las opciones más comunes se pueden encontrar el aglomerado, el cuero artificial y la piel ecológica.
Otro material importante es el relleno. Previo al tapizado, se coloca una capa de fieltro, lana o goma espuma para que quede acolchonado.
Herramientas
En cuanto a las herramientas, hay que disponer de adhesivo incoloro o en aerosol. Es importante que no contenga tolueno, un solvente destinado a la pintura. Además, conviene tener a mano otros elementos, como los siguientes:
- Tijeras.
- Cuchillo o cúter.
- Martillo.
- Tachuelas de tapicería.
- Hilo grueso para marca el diseño.
- Cinta de pintor.
- Tres metros de material de relleno y tapizado.
Desmontaje
Para empezar, hay que desmontar la puerta del marco y ponerla sobre una superficie firme, que puede ser una mesa, dos caballetes o una manta en el suelo. Se deben retirar también las cerraduras y las bisagras.
Posterior a esto, se ha de cortar el material de relleno según la extensión de la puerta. Conviene dejar al menos 1,5 centímetros sobrantes en todo el marco. Es decir, debe quedar un espacio de la puerta libre de fieltro o goma espuma.
Primera capa
El siguiente paso para tapizar las puertas es rociarlas con el adhesivo. Una vez esparcido por toda la extensión, hay que colocar el relleno con mucho cuidado, ya que será difícil moverlo si se fija. En casos de materiales finos, como fieltro delgado, tal vez sean necesarias dos capas. Es importante que se logre un efecto acolchonado.
Tapizado
Mientras se seca el relleno, se debe cortar el material elegido para tapizar. Se ha de dejar un exceso de tres centímetros —tanto de largo como de ancho— en relación al tamaño de la puerta.
Luego, se toma el pegamento y se esparce en las partes que quedaron libres de relleno para cubrir bien todos los bordes. Hecho esto, se pone la tela o el cuero sobre el adhesivo, otra vez con mucha precisión. Por último, se deja secar.
Decorado
Transcurridos como mínimo unos 30 minutos de secado, se puede utilizar la cinta adhesiva y el hilo grueso para marcar el diseño que luego darán las tachuelas. Uno de los más populares son los rombos. Mientras mejor se coloque el hilo, más alineado quedará el dibujo.
Luego, con el martillo, se clavan las tachuelas una por una. Deben quedar bien distribuidas y con una distancia similar entre cada una.
Cortes sobrantes y final
Al finalizar el diseño decorativo, hay que dejar un tiempo más de secado y luego cortar con un cúter los sobrantes del material de tapizado. Esto incluye realizar orificios para picaportes y cerraduras.
Si se desea realizar en ambas caras, solo se debe repetir el proceso. Más tarde, se vuelve a poner en el marco y listo. ¡La puerta lucirá una fachada tan renovada como reluciente!
Ventajas de tapizar las puertas de la casa
Aunque pareciera tener solo un fin estético, tapizar las puertas conlleva una serie de beneficios para el hogar, desde un mejor aislamiento sonoro hasta una mayor resistencia de los materiales.
Adiós humedad
Si bien no todos los materiales tienen la misma resistencia, en general, tapizar las puertas las protege de los efectos de la humedad, un problema muy común en el deterioro del mobiliario.
Vida útil
Colocar una capa de relleno y otra de tela ofrece una extensión de la vida útil de la puerta. Su efecto acolchonado le da una mayor resistencia a los golpes y es difícil que lleguen hasta el fondo.
Por este motivo, en casos en los que se encuentre muy gastada, será mucho más fácil y económico reemplazar el tapizado que la puerta entera.
Limpieza y gastado
Es común que las puertas se manchen, se oxiden y se gasten con el tiempo, ya sean de madera o de metal. El tapizado evita que estos efectos lo traspasen y su cuidado es sencillo.
Según el material, se pueden utilizar distintos productos de limpieza. No obstante, para el cuero sintético lo mejor es evitar los químicos. Un paño húmedo es suficiente en estos casos.
Aislamiento acústico
Otra gran ventaja de tapizar las puertas es la mejora de asilamiento sonoro que produce. Al adherir capas de relleno compuestas de fieltro o goma espuma, el sonido se amortigua, por lo que se vuelve una técnica ideal para músicos que desean ensayar sin afectar la estética de su hogar.
Una elección estética
Tapizar las puertas no solo tiene una función protectora, hay quienes lo eligen solo por el efecto decorativo. Por supuesto, cada material de tapizado varía y para seleccionarlo hay que tener en cuenta cómo se combina con el resto de los muebles interiores.
Si el dibujo se realiza con tachuelas sobre cuero sintético, los diseños pueden ser muy variados. Son comunes las distintas formas romboides, pero también las hay cuadradas o circulares. No es necesario realizarlo en todas las puertas del hogar. En general, si se elige la de ingreso, las restantes de esa habitación quedan sin tapizar.