La pintura a la tiza se ha convertido en una alternativa para renovar y redecorar el hogar.
La pintura de tiza, también conocida como chalk paint, se ha convertido en una verdadera moda en los últimos años. Esto se debe, entre otras cosas, a que es muy versátil y sirve para diferentes superficies, dando un acabado especial a paredes, puertas, sillas y armarios, entre otros objetos.
Además, es económica, ecológica y fácil de aplicar. Cualquiera puede trabajar con ella, sin necesidad de ser experto en decoración o restauración.
Y no requiere, por lo general, de un tratamiento adicional.
¿Qué es la pintura a la tiza?
Se usa el concepto de pintura a la tiza para referirse a colores preparados que tienen como base el yeso (sulfato de calcio, principalmente). El nombre se debe a que, una vez seca, se puede escribir sobre ella, como si fuera una pizarra; no obstante, no debe confundirse con la que se usa para este tipo de superficies.
Por supuesto, además del yeso, en la pintura a la tiza se añade agua (como solvente), así como pigmentos para lograr los diferentes colores. También es posible que algunos fabricantes incorporen acrílicos y otros aditivos para dar más durabilidad o resistencia.
Los colorantes con base de yeso ya se conocían y se aplicaban desde la antigüedad, en murales y otras obras pictóricas. Sin embargo, según algunas investigaciones, el chalk paint propiamente dicho fue introducido por la artista británica Annie Sloan en la década de 1990. Con esto se buscaba proporcionar una alternativa para la reparación de muebles tradicionales.
Y esta es una de sus características más resaltantes, así como la razón por la que se ha puesto tan de moda en la actualidad: da a las superficies un acabado especial, algo rústico y a la vez suave, como si se tratara de un objeto antiguo.
Asimismo, las presentaciones que se encuentran en el mercado suelen venir en colores pasteles o mates, que van desde rosa viejo hasta turquesa pálido, pasando por ocres muy suaves y una amplia gama. Esto las hace especiales para decoraciones estilo vintage.
¿Cómo usar «chalk paint»?
El chalk paint se puede aplicar de varias maneras: con brocha, rodillo o pincel. Incluso, si se tiene la posibilidad de usar compresor o pintura en spray, es otra buena opción.
También hay quienes pintan con esponja o estropajo para obtener un acabado de aspecto texturizado. Todo depende del tamaño y la forma de la superficie a cubrir o el tipo de objeto, así como del efecto que se desea lograr.
En general, se recomienda seguir estos pasos:
- La superficie debe estar limpia, sin polvo ni grasa. Para esto, se puede usar un paño con agua y, después, secar muy bien o esperar que desaparezca todo resto de humedad.
- No siempre se debe raspar o quitar la pintura anterior. En caso de que se requiera, se puede usar lana de acero, espátula o una lija fina.
- Se procede a dar la primera mano. Es posible que una sola aplicación no cubra todo. Depende de cuánto absorbe el material y del color que había antes.
- Hay que esperar que seque, entre 15 minutos y media hora, antes de decidir si hace falta otra capa de pintura.
- Si se han formado grumos, se puede volver a lijar y se limpia. Es un trabajo de paciencia.
- En caso de que se desee un acabado más suave o se vaya a pintar un tejido, por ejemplo, se puede adelgazar la pintura añadiendo un poco de agua.
- La mayoría prefiere el aspecto mate, pero se puede colocar cera protectora con una brocha fina y luego sacar brillo usando un paño suave.
- Por último, hay que limpiar los implementos, lavar las brochas y quitar cualquier gota de pintura que haya podido caer en sitios no deseados.
¿Dónde aplicar pintura a la tiza?
El chalk paint es una opción interesante para distintos proyectos de decoración y remodelación, ya sea en el hogar o un local de negocios, como una tienda de ropa o un café. Los acabados con pintura a la tiza resultan particularmente atractivos a la vista en paredes, muebles, puertas u otros objetos de casi cualquier material (madera, piedra, metal, plásticos, cerámica, vidrio).