La función táctil perdida que todavía sobrevive con Motorola
Somos víctimas de un ataque de nostalgia y recordamos Edge Sense de HTC junto a otras funciones que volvían “estrujables” a los smartphones.
¿Recuerdan cómo eran los smartphones hace 5 años? Corría el año de 2017 y nuestra franca impresión es que ya se había llegado al límite lógico en materia de componentes y hardware. Hasta que llegaron los celulares “estrujables”.
Marcas como HTC, Samsung, LG y Motorola comenzaron a implementar este concepto. En donde explotaron al máximo la capacidad de integración de sensores de Android para sumarle una serie de controles de acceso directo a través de gestos.
El principio de esta idea es que a través de golpes ligeros, taps en secuencia, sacudidas bruscas y estrujamientos Android activara en automático ciertas funciones que de lo contrario exigirían una navegación más tardada por la interfaz táctil de teléfono.
Esta funcionalidad se popularizo de forma muy rápida y durante un corto periodo de tiempo varios fabricantes siguieron la tendencia implementando sus propuestas.
Pero esos tiempos han quedado detrás. Lo suficiente por lo menos para que nos entrara la nostalgia.
Qué fue de los smartphones estrujables
Esta reflexión ha sido detonada justamente por un interesante artículo publicado por los colegas de Andro4all, en donde nos plantaron el recuerdo de esa funcionalidad tan imitada en el 2017 y que ahora se ha diluido de forma extraña.
En su momento el HTC U11 podría considerarse que fue el principal estandarte de esta tecnología, que en el caso de este fabricante en concreto era denominada Edge Sense.
No era otra cosa más que una serie de sensores colocados en los costados en la parte baja del dispositivo, donde al realizar una serie de apretamientos en una secuencia determinada, se activaban ciertas funciones.
En nuestro análisis de Wayerless (Descanse En Paz) de hace cinco años ya hablábamos sobre esta función como un tema de poca relevancia en el gran conjunto de las cosas:
“En lo que respecta a usabilidad, es bastante rápido -lo que se espera de un Snapdragon 835, claramente- y la interfaz de HTC ha logrado mantenerse relativamente limpia a través de los años, sin ensuciar mucho la experiencia. Si pudiera alegar algo es que el lector de huellas no es el más confiable y está posicionado muy abajo, haciéndolo algo incómodo. Lo mismo con las teclas de navegación capacitivas.
¿Y la batería? Bastante bien, cerca de 5 horas de pantalla encendida bajo uso normal.”
Al final esto de los smartphones estrujables fue una tendencia que se diluyó por completo. Seguro, las apps de configuración de estas funciones siguen disponibles, pero su soporte fue retirado hace años.
A excepción de Motorola, que sigue usando algunos movimientos y toques en lo que ellos denominan ahora “gestos”, para activar la cámara o la linterna e incluso apagar la alarma de forma rápida.