El oficialismo pretende anotarse un triunfo para matizar el inminente rechazo del DNU que aumentó los fondos para la SIDE y la sanción del financiamiento universitario; el viraje de la UCR
En una semana que se preanuncia compleja, el Gobierno apuesta a mostrar en el Senado algo más que solo derrotas. Con muchas dificultades, busca a avanzar en la implementación de la Boleta Única Papel (BUP) para las próximas elecciones nacionales y apuesta a matizar, con ello, dos inminentes fracasos. Se trata del rechazo del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656 que aumentó los fondos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) así como de la sanción del proyecto que garantizará el presupuesto para las universidades, que Javier Milei anticipó que vetará.
La titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, logró postergar una semana la sesión que tratará estos tres temas para, en ese plazo, reunir los 37 votos que le den luz verde a la iniciativa que consolide la BUP. No obstante, esos avales todavía están en duda por un viraje de último momento de una porción del radicalismo. Por tratarse de una ley electoral, la Constitución Nacional exige una mayoría especial de la mitad más uno del total de miembros del cuerpo para su aprobación y para ello es crucial que todo el bloque UCR apoye sin fisuras.
La reforma electoral impulsada por el Gobierno apunta a eliminar la actual papeleta partidaria –que distribuye y cuida cada espacio político– para adoptar una única boleta que aglutine toda la oferta electoral. Esta modificación del sistema tiene un gran simbolismo para la Casa Rosada. No solo ataca las prácticas clientelares y el negocio de la impresión de boletas, sino que también garantiza el derecho de elegir y ser elegido sin la necesidad de una estructura robusta de fiscales, algo que en la última elección le costó a los libertarios un pacto con el sindicalista Luis Barrionuevo en las PASO y con Pro en el balotaje.
La implementación de la BUP es una meta que al Gobierno se le escurre desde principios de año. Para destrabar esta discusión, La Libertad Avanza concedió modificaciones que devolverán la iniciativa a Diputados y dilatará su sanción definitiva. Incluyeron el pedido de la senadora Mónica Silva, ligada al mandatario provincial Alberto Weretilneck (Río Negro), de eliminar el casillero que permite votar la lista partidaria completa.