Ahora, detectives policiales y judiciales intentan identificar a los integrantes de la banda detrás del plan criminal
Eran las 8 cuando el repartidor llegó con mercadería para entregar en un café de especialidad del casco histórico de San Isidro. Apenas bajó de la camioneta utilitaria escuchó un ruido debajo del chapón que le llamó la atención y volvió sobre sus pasos. El sonido no se detenía. No entendía lo que sucedía. Entonces, se subió al vehículo y lo corrió unos pocos metros. Al bajarse, en el lugar donde antes estaba el rodado, descubrió una varilla de hierro que subía y bajaba entre dos adoquines. Intentó sujetarla con todas sus fuerzas. Pero “una fuerza subterránea” se lo impedía. En ese momento no lo sabía, pero su curiosidad evitó un millonario robo de modalidad “boquetera” en un banco situado a tan solo 150 metros del edificio de Tribunales.
Varias horas después y tras cavar un pozo, policías, bomberos y rescatistas descubrieron un túnel de 220 metros de largo y casi 3,60 de profundidad hecho con la intención de ingresar en la sucursal San Isidro del Banco Macro. Los investigadores creen que los delincuentes pretendían entrar en la zona de las cajas de seguridad. La sospecha es que el plan criminal se iba a terminar de ejecutar el fin de semana próximo.
El túnel comenzaba en un galpón tipo depósito situado en Chacabuco al 500 y ya estaba a la altura de la puerta de la sucursal bancaria, en Chacabuco 444.
En el depósito elegido por los delincuentes para comenzar el túnel funcionó tiempo atrás un taller de reparación de autos, con especialidad en los sistemas de inyección de vehículos nacionales e importados.. En este lugar se encontraron bolsas plásticas llenas de la tierra que sacaban para hacer el pozo.
“El túnel es algo nunca visto. Es una verdadera ‘obra de ingeniería’. Todo perfectamente calculado. Hasta tenía alfombra y una iluminación extraordinaria”.
El personal de la policía bonaerense y de la Municipalidad de San Isidro que trabajó durante la madrugada, no solo halló bolsas de tierra acumuladas una arriba de otra, también encontró colchones, una evidencia de que la banda trabajaba de noche.
Los detectives policiales y judiciales que trabajan en la investigación buscaban cámaras de seguridad en las casas y comercios cercanos del depósito para obtener filmaciones que permitan identificar las personas y los vehículos que entraban en el galpón.
“La planificación para hacer el túnel que tenía la intención de llegar hasta la sucursal del Banco Macro fue superior a la que llevaron adelante los delincuentes que protagonizaron el denominado Robo del Siglo [por el golpe ocurrido el 13 de enero de 2006 en la por entonces sucursal Acassuso del Banco Río donde un grupo de ladrones vació 145 cajas de seguridad y se llevó un botín millonario, estimado en 19 millones de dólares]”,