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Este tipo de cambio cerró a $898, cincuenta centavos por debajo de ayer, en una jornada en la que pudo comprar US$20 millones para sus reservas, pese a que se mantuvo un magro volumen
En medio del incipiente debate sobre un nuevo retraso del tipo de cambio real, el Banco Central (BCRA) dejó caer 0,1% hoy al dólar mayorista que cerró la jornada a $898,00 por unidad para la venta, cincuenta centavos por debajo del cierre de ayer.
“Desde el 11 de diciembre 2023 que el dólar mayorista no registraba una baja intradiaria de su cotización”, apuntó al respecto el operador Gustavo Quintana de PR Cambios. Así, con solo una rueda por delante para terminar esta semana, el tipo de cambio mayorista acumula una suba de $2,50 y “queda lejos del ajuste final de la semana anterior”, hizo notar.
Aquel día ni siquiera había asumido la nueva conducción del ente monetario y el ajuste del billete se produjo para contrarrestar la suba del 5,85% que se había anotado al cierre del viernes previo, en el tramo final de última rueda de la gestión Fernández.
Fue al cabo de una rueda cambiaria que bien podría denominarse “testimonial”, porque si bien la gestión Milei no decretó “feriado cambiario”, el BCRA publicó una comunicación a primera hora aclarando que todo aquel que necesitara demandar dólares, debía acceder a una “conformidad previa” para lograrlo, lo que ya dejaba fuera de juego a las SIRA y sólo permitiría cursar a las operaciones impostergables.
Esta vez la baja tiende a ratificar la decisión oficial de seguir usando a esta variable como “ancla” antinflacionaria, algo que definieron tras la fuerte devaluación del 13 de diciembre último, al comunicar que aplicarían una tasa de ajuste del 2% mensual, que mantienen imperturbable hasta hoy, aunque por esa errática política el tipo de cambio real multilateral (ITTCRM) -que publica el propio BCRA- se hundió de 162 a 88,4 puntos, es decir, cayó 45,7% en apenas un semestre.
El sorpresivo ajuste a la baja, que sería natural en un contexto de tipo de cambio variable, se produjo en una jornada en la que el volumen operado por la plaza oficial -aunque repuntó 4,5% respecto de la rueda previa- se mantuvo chato, al llegar a los US$279 millones. “El volumen de oferta no ayudó, tal y como lo viene siendo las últimas ruedas. Pareciera que junio cambió la mano”, observó Nicolás Merino, de ABC Cambios.
Eso no impidió que el BCRA retomara la compra de reservas (se alzó con US$20 millones), aunque no en un nivel que ayude a llevar tranquilidad al un mercado que vuelve a mirar con preocupación la situación de esa tenencia, habida cuenta los elevados compromisos de pago -en firme y potenciales- que el país enfrenta en el corto y mediano plazo.
Lo que se nota es que la renacida intranquilidad en el mercado, junto al aumento de la brecha, afectó la oferta de divisas por la plaza oficial. “Si bien en mayo el ritmo de liquidación del agro había acelerado de forma significativa versus abril, arrancó junio de nuevo desacelerando. La turbulencia puede haber generado el clásico wait and see por el lado de los exportadores: es que si bien tienen plazos para liquidar, pueden jugar dentro de los mismos”, recordaron desde la consultora Outlier.
Después de todo, no pasa desapercibido que mientras en las primeras cuatro ruedas de mayo el BCRA había logrado sumar a sus reservas mediante intervenciones sobre el mercado US$489 millones, en el mismo lapso de lo que va de junio apenas pudo comprar US$126 millones.
