Luego, hay que transportarlo (lo hacen compañías como TGN y TGS) y distribuirlo, un sector del que participan, para poner algunos ejemplos, Metrogas, Naturgy y Camuzzi, entre otras.
“Lo que aumentó es el costo del gas, pero todavía el Gobierno debe publicar cuál será el valor agregado de distribución (VAD) para determinar el incremento exacto de la tarifa”, explicó el director de la Consultora Economía y Energía, Nicolás Arceo.
“Estimamos que, con un consumo promedio, podrían hata triplicar o más lo que pagan los hogares de ingresos altos, mencionó el economista jefe del Instituto Argentino de Energía General Mosconi, Alejandro Einstoss.
En este sentido, el titular de la consultora Paspartú, especialista en energía, Juan José Carbajales, estimó que el aumento para comercios oscilará entre 250% y 350%.
Por su parte, Arceo agregó que, según la distribuidora de gas, el incremento oscilará entre 180% y 400%, independientemente de la segmentación según ingresos. Lo que diferencia a los usuarios de bajos, medios y altos ingresos es el impacto de este costo en la tarifa.
Según expuso, en los hogares de ingresos altos, el valor del costo del gas representa “casi el 50% de la tarifa”, mientras que en los casos de ingresos bajos y medios, se lleva “alrededor del 20%”.
Einstoss habló de “un doble efecto de los aumentos” porque, según explicó, subiría el precio “en pleno pico invernal”, época del año con mayor consumo.Otro punto llamativo de la resolución del Gobierno es la determinación de actualizar el cuadro tarifario mensualmente según la evolución del tipo de cambio y que lo absorba el usuario a través de las facturas.
La actualización en base al dólar es todo un giro en materia de servicios públicos. A partir de ahora, la diferencia por el tipo de cambio deja de cubrirla el Estado y queda para los clientes.
De hecho, el Gobierno le pidió al Enargas, el ente que regula al sector, que emita cuadros tarifarios que reflejen en forma mensual la variación del tipo de cambio de los precios a ser trasladados a tarifa. Y especifica que el organismo deberá efectuar la conversión a dólar por millón de BTU (la unidad de medida) utilizando un tipo de cambio que será el valor promedio del tipo de cambio vendedor del Banco Nación entre los días 1º y 15 del mes inmediato anterior al traslado de los precios.
Según se argumentó en el Boletín Oficial, esta decisión busca “evitar cambios abruptos” aunque, tal como advierte Carbajales, “si hubiera una devaluación los aumentos podrían ser grandes”.
A su vez, señaló que este punto es una de las grandes novedades de la resolución gubernamental, dado que “los precios estaban en dólares, pero los productores recibían pesos, el cambio es que antes el Estado pagaba eso y ahora será el usuario”.La hoja de ruta inicial del Gobierno, para eliminar el déficit fiscal, estipulaba ahorrar 0,7% del PBI a través de recortes en subsidios energéticos. En la misma sintonía, escribió en el Boletín Oficial: “La política de mantener un esquema de subsidios generalizados y crecientes en el tiempo resulta incompatible con la situación financiera por la que atraviesan las cuentas públicas”.