La Municipalidad intervino en Grandoli y Paunero, junto con vecinos y organizaciones, para sanear un punto crítico de arrojo de residuos en cercanía de dos escuelas
Con la pintada participativa de un mural culminó este jueves 3 de octubre un significativo proceso de mejoras urbanas en el sector de Grandoli y Paunero, donde la Municipalidad intervino junto con vecinos y organizaciones para sanear un punto crítico de arrojo de residuos, que estaba a frente a una escuela y a 50 metros de otra. Los alumnos formaron parte de la transformación y se sumaron a la confección del mural en la nueva plaza de juegos. Los fondos llegaron de un premio internacional que ganó el municipio para un plan de acción climática de erradicación de basurales.
"Hay muchos minibasurales en la ciudad, pero a nosotros no nos gusta comentar, nos gusta hacer, entonces vinimos y al de Nuevo Alberdi lo erradicamos. Para eso nos juntamos entre la Municipalidad, con instituciones como Scouts, Crucijuegos, organizaciones sociales, y las escuelas del barrio y convertimos lo que era un basural histórico en una plaza, y la llenamos de pibes", expresó el intendente Pablo Javkin, quien acompañó la pintada del mural y dialogó con vecinos y vecinas acerca de la intervención y distintos aspectos del barrio.
"Lo que pasa hoy en Nuevo Alberdi, y va a pasar en un montón de lugares más de la ciudad", anticipó Javkin, luego de haber anunciado a los presentes que la próxima obra será de saneamiento cloacal. "Vamos a volver antes de fin de año para abrir sobres de licitación de cloacas para el barrio. Ya pudimos erradicar el basural, hicimos una plaza y ahora vamos por la obra más grande que el barrio más antiguo de Rosario se merece", expresó el intendente entre los aplausos de vecinos y vecinas.
Javkin visitó el renovado espacio junto a la secretaria de Cercania y Gestión Ciudadana, Carolina Labayru, y el director del Director General del Centro Municipal de Distrito Norte "Villa Hortensia", Gerardo Bernardini, acompañados por equipos municipales.
El proceso
A través de un proceso participativo que involucró a vecinas, vecinos, alumnas y alumnos de escuelas de la zona, el municipio intervino en el basural crónico de Grandoli y Paunero, en el barrio Nuevo Alberdi del Distrito Norte que, tras ser saneado, fue reconvertido en un pequeño espacio público con una posta aeróbica.
Este jueves 3 de octubre fue el broche de oro de la intervención: alumnas y alumnos de la Escuela Cristiana Evangélica Nuevo Alberdi y de la Escuela 20 de Junio, junto al muralista Fernando “Kiro” Campos, pintaron un mural, dando por finalizada la recuperación del nuevo espacio público, que quedó inaugurado.
En lo que fue una fiesta para el barrio, hubo música, juegos y deportes para las infancias, feria de la Economía Social y stands con información de salud pública, entre otras propuestas.
“Estoy re feliz porque esto era un basural que no se podía ni pasar, llegaba hasta la calle. Y ahora vemos tan hermosa esta placita a la que los vecinos vamos a poder venir a hacer nuestras actividades. La verdad que cambió el barrio”, señaló Mirta, vecina de Nuevo Alberdi.
María, por su parte, no esperó a la inauguración del espacio y ya lo utiliza. “Vivo acá cerca y vengo todos los días”, confió. “Estamos tan agradecidos de tener esto y entre todos lo tenemos que cuidar y mantenerlo”, agregó.
Por su parte, Almida agradeció la intervención “porque fue un trabajo bastante duro”. “Estoy muy feliz por lo que están haciendo”, expresó.
Todo el proyecto fue liderado por la Secretaría de Cercanía y Gestión Ciudadana y contó con la participación de otras áreas del municipio como las Secretarías de Obras Públicas y Planeamiento, de Ambiente y Espacio Público, de Cultura, Movilidad; Salud; Economía Social y Deportes, y el Servicio Público de la Vivienda y el Hábitat.
Ejemplo de participación y gobernanza
La intervención en Grandoli y Paunero fue realizada con fondos de un premio otorgado por People Powered, una organización internacional de democracia participativa que, en el marco de su Acelerador Plan de Acción Climática seleccionó el proyecto de erradicación participativa de basurales presentado por la Municipalidad de Rosario entre 300 ciudades de todo el mundo.
Lo más destacable de la iniciativa es que sostuvo la participación de vecinas y vecinos en todo el proceso, a través de la metodología del Laboratorio de Acupuntura Ciudadana (LAC), con los objetivos de generar una apropiación del espacio público de Grandoli y Paunero como un corredor seguro y recreativo; a la vez fomentar el cuidado y la convivencia ciudadana, capacitar en torno a la separación de residuos, brindar información acerca de los horarios de recolección de residuos verdes y voluminosos y dictar un taller de promotores de buenas prácticas ambientales y de salud.
El punto de partida fue en enero de este año en el Consejo Barrial en el marco del Operativo Barrial de Nuevo Alberdi/Los Cedros, donde vecinas y vecinos plantearon sus reclamos y propuestas para el espacio. Luego, se concretaron visitas casa por casa para relevar la percepción de los vecinos sobre las causas por las que se mantenía esa esquina como punto de arrojo, primero, y para informar sobre el comienzo de las obras, luego.
La iniciativa también contempló la participación de las infancias del barrio, con jornadas en la Escuela Cristiana Evangélica Nuevo Alberdi y en la Escuela 20 de Junio, donde los niños y las niñas pudieron trabajar sobre buenas prácticas de convivencia, respeto y la importancia del cuidado del medio ambiente.
El proceso contó también con la activa participación de empresas de la ciudad y del barrio y fuerzas vivas de la zona. Crucijuegos donó la posta aeróbica, y la empresa Química Argentina donó la pintura para el mural, tras una gestión del Grupo Norte. También participaron activamente la firma Gurina SRL, el Centro de Gestión Comunitaria y el grupo scout Fundemos.
“Este es un maravilloso ejemplo de participación ciudadana y de gobernanza”, señaló la secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana, Carolina Labayru. “El municipio articuló una obra muy necesaria para cambiarle la cara a este espacio del barrio que hacía tiempo se había convertido en un basural crónico; los vecinos se involucraron aportando ideas y cuidando la esquina y las empresas se comprometieron prestando su colaboración”, agregó.
“Es una coordinación virtuosa que demuestra que cuando los rosarinos nos ponemos de acuerdo detrás de un objetivo común, somos imparables”, cerró Labayru.
Los trabajos
El saneamiento del basural crónico de Grandoli y Paunero y su posterior reconversión en un espacio de uso público implicó una serie de trabajos que consistieron en la limpieza del lugar a intervenir, rectificación y posterior entubamiento de la zanja, desobstrucción de los puentes existentes, construcción de cámaras de inspección, rellenado con tierra, construcción de una acera de hormigón, colocación de pretiles y construcción de una base de hormigón para los juegos, instalación de una mesa y bancos “Z”, plantación de dos árboles, e instalación de un reflector led.