En una angioplastia compleja, se utilizó el novedoso dispositivo IVAC 2L, que mejora la estabilidad del paciente durante procedimientos de alto riesgo. Es la primera vez que se emplea esta tecnología en la salud pública de Santa Fe.

El Hospital Centenario de Rosario incorporó una nueva tecnología para intervenciones cardíacas de alta complejidad. Por primera vez en la salud pública de la provincia de Santa Fe se utilizó el dispositivo de asistencia ventricular percutáneo IVAC 2L, una herramienta que proporciona soporte hemodinámico clave durante angioplastias coronarias de alto riesgo. La intervención, realizada a fines de mayo, se completó con éxito y sin complicaciones. En este sentido, la directora del Hospital, Claudia Peruch remarcó que “incorporar esta tecnología en un hospital como el nuestro es un paso muy importante y lo conseguimos a partir del trabajo con el Ministerio de Salud, pensando en cómo fortalecer las capacidades de la red de atención. Ahora podemos dar respuesta a pacientes que antes no tenían otra opción y seguir ampliando el acceso a tratamientos de alta complejidad en el sistema de salud provincial”.
El procedimiento fue encabezado por el equipo del Servicio de Hemodinamia del hospital, que dirige el Dr. Pedro Zangroniz, y consistió en una angioplastia coronaria compleja a un paciente de 54 años con múltiples factores de riesgo cardiovascular. El paciente, con antecedentes de infarto, hipertensión, dislipemia, diabetes, sobrepeso y sedentarismo, no era candidato para una cirugía de revascularización miocárdica convencional. Gracias al soporte del IVAC 2L, se pudo llevar adelante una intervención que, de otro modo, se habría desestimado por su alto riesgo.
“El dispositivo IVAC 2 litros es una nueva herramienta en nuestro medio. Ayuda al corazón a tolerar mejor una intervención de alto riesgo porque puede aumentar la cantidad de sangre que el corazón bombea hasta en 2 litros por minuto, lo que representa una eficacia cuatro veces superior al balón de contrapulsación que veníamos utilizando”, explicó Zangroniz. A diferencia de ese método tradicional, el IVAC 2L permite una mayor estabilidad durante el procedimiento, minimizando el riesgo de complicaciones graves.
El IVAC se introdujo por vía femoral izquierda mientras que la angioplastia se realizó por la femoral derecha, todo con anestesia local y sedación. El paciente se mantuvo estable durante los 45 minutos que duró la intervención y recibió el alta médica a las 48 horas. El equipo que llevó adelante la intervención estuvo integrado por las enfermeras Belén Firpo, Valeria Chavasa, Analía García, Eugenia Ribaudo, Barbara Olivero; los técnicos radiólogos Gabriela Ferrato, Paola Sanchéz, Ariel Mastri y Paola Oruesagasti; los médicos Martín Najenson, Luciano Aramberry, Lucas Mas y Manuel Traghetti; y el anestesista Diego Ogusuku.

Tecnología de última generación para intervenciones de alto riesgo
El dispositivo está pensado para pacientes con un corazón muy debilitado, especialmente aquellos cuya capacidad de bombeo está gravemente reducida —menos del 30 %— y que necesitan intervenciones complejas, como la colocación de varios stents o el tratamiento de arterias coronarias muy obstruidas. “En esos casos, cualquier inconveniente técnico puede tener consecuencias fatales. Por eso es fundamental contar con una asistencia mecánica eficaz”, señaló Zangroniz.
El IVAC 2L comenzó a utilizarse en Europa en 2017 y se incorporó recientemente al país. El Centenario es de los pocos efectores a nivel nacional en contar con esta tecnología y es el primer hospital público de la provincia en incorporarla. Entre sus ventajas comparativas respecto de otras alternativas, combina efectividad y facilidad de uso, ya que requiere solo un catéter y la bomba del contrapulsador para su funcionamiento. Aunque no está indicado en todos los pacientes, su uso se estima necesario en alrededor del 5 % de las angioplastias, aquellas de mayor complejidad y riesgo.
La implementación del dispositivo también supone una adaptación en el abordaje técnico: requiere accesos vasculares bilaterales y una preparación específica del equipo médico. En ese sentido, Zangroniz destacó la experiencia del servicio, que atiende unos 250 casos mensuales en las salas de cateterismo del hospital. “Así como hace 30 años comenzamos con el balón de contrapulsación y la tecnología fue mejorando hasta hacerlo más seguro y accesible, este es un nuevo paso hacia procedimientos más seguros para los pacientes más críticos”, afirmó.
La introducción del IVAC 2L en el Hospital Centenario representa un avance significativo en la capacidad resolutiva del sistema público de salud, al brindar herramientas de última generación para pacientes que hasta ahora tenían pocas alternativas de tratamiento.