La fragilidad de la oposición quedó expuesta en un cierre agónico: en la Ciudad colapsó Ciudadanos Unidos, donde Ocaña y Lousteau serán las caras visibles; Manes y Carrió jugarán solos; Gray armó lista propia en la provincia y Leavy se despegó del PJ en Salta

El cierre de listas nacionales de este domingo terminó convertido en un verdadero show de rupturas. La pulseada por los lugares y la falta de acuerdos a último momento dejaron a la vista la fragilidad de los armados opositores, que se deshilacharon antes de siquiera ponerse en marcha.

En la Ciudad de Buenos Aires, el frente pensado por Graciela Ocaña (Confianza Pública) y Elisa Carrió (Coalición Cívica), con el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta, colapsó sin siquiera debutar. La negociación por las candidaturas terminó en un portazo. Carrió lo explicó con un mensaje cargado de melancolía: “Como tantas veces en la historia, nos toca estar solos. Pero ojalá que si ustedes nos acompañan, después vuelvan todos”. La exdiputada apeló a sostener la bandera de los “valores” pese a la implosión del espacio, que había sido presentado como un intento de renovar la oferta electoral opositora en la Capital.
Ocaña peleará por una banca en el Senado con el sello Ciudadanos Unidos. En la boleta estará acompañada por el radical Martín Ocampo, actual procurador de la Ciudad. En Diputados, el primer lugar lo ocupará Martín Lousteau, secundado por la ex presidenta de la FUA, Piera Fernández; el ex titular del Banco Provincia, Gustavo Marangoni; y la dirigente socialista Yesica Barreto.

“Hoy dimos un paso muy importante para fortalecer una propuesta de centro y republicana en sintonía con la mirada de los gobernadores”, señalaron al comunicar su armado.
También en la Ciudad, el neurocientífico Facundo Manes optó por jugar en soledad. Rompió con Ciudadanos Unidos y lanzó su candidatura al Senado con el respaldo del GEN de Margarita Stolbizer, bajo el sello Para Adelante. Para Diputados llevará como cabeza de lista a Sergio Abrevaya. La movida deja al radical en una situación ambivalente: ganó visibilidad propia, pero se desprendió de todas las tribus que integran la UCR y quedó sin estructura sólida detrás.

La provincia de Buenos Aires tampoco quedó al margen del festival de desprendimientos. Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría y enemigo declarado de Máximo Kirchner en la interna del PJ bonaerense, armó lista propia para la Cámara de Diputados: Unión Federal. Tampoco se plegó a Somos Buenos Aires, otro intento de tercera vía. Lo acompañará María Laura Guazzaroni, con un discurso que busca diferenciarse del kirchnerismo y reactivar un peronismo “no alineado” con la conducción de La Cámpora. “El verdadero peronismo”, chicaneó al anunciar su candidatura en X.
El mapa de fracturas se extendió hasta el norte. En Salta, el senador Sergio “Oso” Leavy también decidió armar rancho aparte. Disconforme con la candidatura de Juan Manuel Urtubey para ocupar una banca en el Senado, se lanzó a renovar su lugar con lista propia. Desafió sin tapujos la conducción del PJ provincial. La jugada abre un frente inesperado en una provincia donde el peronismo suele llegar a los cierres de listas con acuerdos más disciplinados.

La postal final del domingo mostró un mosaico de partidos astillados, líderes lanzados en solitario y alianzas que no llegaron al debut. Una radiografía del clima político actual: fragmentación, personalismos y una competencia que se reconfigura, incluso, en el mismo momento de la oficialización.